Falta poco para que termine tu semestre y ya esperas ansiosamente el comienzo de las famosas vacaciones de verano. En ellas no solo puedes pasar el tiempo con tus familiares, si no con tus amistades, pareja (si es que tienes una), ir a la playa, al cine, planear algunas vacaciones en un sitio exótico o simplemente buscar un nuevo trabajo para ganar algo de dinero.
Sin embargo, caes en cuenta de que todavía te faltan demasiadas clases para terminar tu grado universitario y es en ese preciso momento en que tu mente entra en la duda. ¿Deberías sacrificar tu tan preciado verano por adelantar una o dos clases en la universidad? Este asunto hay que tomarlo con calma, pues muchos factores que van más allá de simplemente tomar una clase influyen en esta toma de decisión muy importante.
El primero de ellos es la carrera que escogiste para estudiar. Si tú como estudiante cursas un bachillerato cuyo currículo es muy cargado cada semestre o contiene clases que requieren de mucha dedicación, es probable que las sesiones de verano en la universidad te sean de gran ayuda. El segundo (y puede no aplicarle a todos), es el hospedaje. Si te hospedas es muy probable que antes de que llegue el verano hagas el papeleo correspondiente con la administración de la institución para que conserves tu cuarto por dos meses más. De lo contrario, te verás obligado (a) a buscar un nuevo lugar a última hora o hablar con una amigo cercano para que acceda a compartir su hospedaje contigo.
Otro factor que tiene gran influencia en la decisión es el tiempo. Cuando hablamos de tiempo nos referimos a: si las clases que tomarás en verano son de sesión corta o larga, el tipo de clase que vas a escoger, el horario y duración de cada clase y si éstas te dejan el tiempo suficiente como para cumplir con tu trabajo.
Las clases que se imparten en las sesiones de verano se clasifican según el tipo y duración de la misma. Por ejemplo si vas a tomar una clase general de humanidades durante el verano, es muy probable que se de solamente de lunes a viernes, durante el mes de junio o durante el mes de julio. Ahora, si la clase es de cálculo o de idioma es muy probable que se de en la sesión larga que es de junio y julio. Por lo general todas las clases en verano se dan todos los días; a diferencia de las que se dan en el semestre regular que son dos o quizás hasta un día a la semana.
Ahora en cuestiones de horario y duración de las clases, por lo general éstas se dan en dos sesiones que duran de dos a casi tres horas, toda la semana. Es decir, si tomas dos clases en verano tienes que asegurarte que una sea durante la mañana y la otra en la tarde. ¿Por qué? Pues porque la duración es tanta que tienes que asegurarte de que no conflija tu horario. En especial si tienes un trabajo adicional. Un truco que muchos universitarios hacen durante este período es que toman dos clases en las sesiones cortas de verano. Es decir, toman una clase en la sesión corta de junio y la otra la dejan para la sesión corta de julio.
Claro, esto suena muy conveniente y todo pero hay un factor que influye grandemente en esta toma de decisiones y es el dinero. Este factor depende según la universidad en que estés pero en el caso de la Universidad de Puerto Rico, hay que pagar aparte por estas sesiones. ¿Cuánto? Bueno eso depende del costo del crédito universitario cuyo precio se mantiene e un cambio constante.
A fin de cuentas, el tomar una o dos clases de verano para adelantar algunas clases de tu bachillerato puede o no ser una buena opción sin embargo tu eres el que tiene que tomar la decisión final sobre el asunto.
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