Antes de empezar quiero...mejor no, DEBO decir que he llegado al punto en que mi labor de tutora ha evolucionado. Sí, he llegado al nivel que me he convertido en una expectadora privilegiada de una de las obras más famosas de William Shakespeare.
Mis queridos lectores, los niños a los que les doy tutorías e han hecho presenciar una parodia infantil de Romeo y Julieta.
Trepados en el tope de sus bultos de rueditas y usándolos como bancos de manera que se vieran más altos de lo normal, dos niñas de tercer y cuarto grado hicieron su mejor interpretación de Romeo y Julieta. Claro, ambas chicas ubicaron sus bultos de manera que se vieran una de frente a la otra y tenían una cama ubicada justamente al lado de ellas como parte del escenario.
El diálogo fue lo más gracioso de todo. Ambas chicas se soltaron el pelo e hicieron movimientos dramáticos mientras hablaban en el tono más británico que pudieron recrear. Peo nada, entre las cosas más graciosas que se dijeron, la que más risa me causó fue cuando Julieta dijo que no podía ir hacia su Romeo porque no sabía nadar, pero que su amor era tan grande que decidió morir tirada en el piso (cama). Acto seguido, Romeo dijo que estaba bien y que moriría junto a ella.
En fin, era una mezcla graciosa de la famosa escena del balcón con el trágico final de la trama que me ocasionó mucha risa. Así que veré qué nueva trama o parodia me espera esta semana.
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