Semana tras semana llevo escribiéndoles
sobre esta nueva experiencia de ser tutora de niños de escuela elemental. A este
paso que voy digo y confirmo una vez más, que lidiar con niños no es tarea
fácil.
El grupo de niños que atiendo de primer
grado se compone de 2 niños y una niña. Los tres chicos son adorables bastantes
inteligentes, pero a medida que van pasando las semanas uno va viendo como
realmente son las personalidades de cada quién.
El primer niño que atiendo le encanta
hablar. Y cuando digo hablar, me refiero a todo tipo de tema. Este chico con
tal de no hacer la tarea, te saca cualquier tema de conversación. Esto llega al
nivel que le encanta preguntarte si tienes esposo o hijos.
El segundo es mucho más aplicado y más
callado. Hace las asignaciones por sí solo y lee bastante bien para ser un simple
niño de seis años. Ahora cuando este decide decirte un chiste tienes que
escucharlo, por más charro que sea.
La niña es especial. A diferencia de los
primeros dos, esta es un poco más lenta al momento de hacer las tareas y tiende
a distraerse por cualquier ruido. A ella le encanta hablar y reírse hasta de
sus mismos errores.
A medida que pasan las semanas me he dado
cuenta que estos tres chicos no deben hacer las tareas juntos. He tenido que
tomarlos uno por uno para poder terminar las tareas a tiempo, porque si no se
me descontrolan y no hacen nada. En fin, los tres chicos son un caso pero a fin
de cuentas, son solo niños.
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